viernes, 17 de febrero de 2017

Retratos de expresidentes: I Alvaro Uribe Velez (2002 – 2010)






 




Su origen rural, es decir la persona que siempre ha estado metida en fincas, lo hace ver incómodo con un traje formal. El que viste en la primera foto, la de su posesión, es un vestido estrecho. Se nota que le queda incómodo. La banda presidencial esta arrugada en la parte superior y parece  no  ajustarse al cuerpo del presidente. Se observa que el cuello de la camisa es apretado, que presiona y produce arrugas en su cuello. La parte superior de la cara muestra una expresión de satisfacción y la inferior de incomodidad. Es una persona que no cabe en el traje presidencial y parece preguntarse como ampliarlo hasta sentirse cómodo. Por ejemplo, la reelección.








Fotomontaje por Lorena Raigoso





En  esta foto, aparte de mostrar sin ningún recato su furia; el vestido tiene las mismas características del anterior. Está incomodo, la manga del vestido es corta y sobresale la manga de la camisa. Hace recordar un personaje de la televisión colombiana al que le quedaba el vestido corto. Ese personaje era un NN. Como los desaparecidos, los desplazados. Sus gafas, oscurecidas por una sombra, no alcanzan a ocultar la furia de sus ojos. Todo el rostro muestra una tensión provocada por algo que lo transforma, que lo hace ver tal y como gobernó. Es el mejor ejemplar de la expresión popular: "no se deje mijo".
En todas las fotos, Uribe muestra que con traje no va bien, por eso casi siempre en todas sus presentaciones se ponía aquel poncho paisa de tela. Con él se sentía mucho más cómodo. Con él podría llegar a los consejos comunales, espacios que constituyó para poder ir vestido de esa forma, un modelo de comunicación creado por otro  personaje de la televisión colombiana de mucho  éxito: Jorge  Barón, cuyo carisma parece ser el origen del exito de Alvaro..





Fotomontaje por Lorena Raigoso



En esta tercera foto, uno puede ver a Uribe mucho más cómodo, está sin saco. Tiene una camiseta grande. Se ha quitado las gafas que le dan ese toque intelectual que siempre quiso tener, de niño aplicado, estudioso,  pero malo, malo.

Tal vez por lo que está a punto de caer, esta cogido del costado del tobogán. Siente algo de miedo por la caída. Es muy posible que sienta el mismo miedo que puede sentir una persona cuando le van a quitar  el  poder.  Tiene una camiseta que se ha dejado puesta  para protegerse del sol. Las rodillas dobladas, casi en el pecho, dan la sensación de un cuerpo infantil que muestra una blancura transparente. La delgadez de sus piernas anuncia un cuerpo debil cuyo unico ejerccio fisico  ha sido  montar un animal fuerte y noble como el caballo. Esa blancura corporal  es, entre otras cosas, la imagen que han querido proyectar los que están en el poder en  Colombia.


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