viernes, 11 de septiembre de 2020

Mitad despierto. Mitad dormido

 No sé qué me pasa cuando la miro. Trato de escapar, de eludir el brillo de sus inmensos ojos, pero no puedo, ella los abre y yo vuelvo y caigo en su trampa. Aun cuando estoy dormido no dejo de mirarla. No sé si desde que la conocí alucino o si lo que pasa cuando estoy despierto son solo sueños. Tampoco sé si este será un recuerdo encontrado en el olvido, deja vu de mi alma, o como dice la canción: estoy mitad despierto y mitad dormido. Así vivo ahora, cuando ella está a mi lado y me mira trato de evitarla y miro para otro lado, pero nada, como un imán, me atrae. Sé que me tengo que despegar de esa dulzura que envuelve y que me hace sentir como un cantante de baladas y boleros, pero no puedo, a veces me siento como un Beatle y me pongo a cantar baby its you, otras veces creo que soy un perdedor y canto I am loser, ella creo que se ríe de mí, pero eso a mí no me importa, porque como le dije el otro día no te pido que me ames, solo te pido que te dejes amar y ella no entendió. Tampoco entendió cuando le dije que me debía un millón de miradas, eso me pareció bacano, decirle eso, con eso creí que la iba a conquistar, pero parece que solo si la amarro como en la película de Almodóvar en la que Antonio Banderas ata a Victoria Abril solo así podrá ser mía, aunque a veces también creo que ella es de esas mujeres que no son de nadie sino de ellas mismas o de los dioses. Por eso, para no amarrarla, me puse a redactar cartas de amor sin terminar que nunca le envié y ahora que las tengo todas sobre la mesa se las voy a mandar, claro que cada vez que oigo la canción de Serrat no hago otra cosa que pensar en ti, para halagarte y para que se sepa cogí papel y lápiz y esparcí las cosas de tu amor sobre mi mesa creo que fue mandada a escribir para mí, eso pensé esta mañana cuando la escuché. Por la tarde le pregunté que si había oído esa canción y me dijo que no, eso no me gustó mucho porque como yo estoy enamorado creía que todo el mundo la conocía y se la sabia, pero no, ella no y me dijo que se la cantara pero yo no sé cantar y se me olvido toda la letra, sentí que los colores se me subían a las mejillas, ella no se dio cuenta, así que me hice el pendejo y se la canté, mal, pero se la canté, para disimular le pregunté torpe que qué haría si le llevaba una serenata de mariachis y le cantaban si nos dejan y coge y me dice que esa canción le gustaba bastante y allí sí que no entendí mi confusión porque si nos dejaban nos íbamos a querer toda la vida, claro ella no estaba pensado en lo nuestro, que no es lo nuestro, sino lo mío, ella en lo  que estaba pensando era en su novio, ah sí, tiene novio como yo tengo novia, o mejor vive con el hombre de sus sueños  o mejor sueña con el hombre de sus sueños, y yo creo que ella cree que yo soy el hombre de sus pesadillas, pero no me voy a dejar llamar asi, voy a hacer que ella sienta que como dice el bolero que yo esperare a que sientas lo mismo que yo, a que la luna la mires del mismo color pero no sólo la luna también las nubes que así me haces sentir cuando llegas y te sientas enfrente, como en las nubes. La primera carta que le escribí y como decía que no se la envíe es esta que les voy a leer y que dice así: Amor, amada, no sabes cómo apareció contigo la ilusión de un nuevo amor. Tampoco como eso se ha ido volviendo el amor de la vida Esa vida que al lado tuyo se vuelve paraíso ¿Sabes que solo cuando te vi, el corazón volvió a latir de esa manera tan acelerada como laten los corazones enamorados? Te amo y eso ya no solo lo sabes tú, también lo saben todos porque es muy difícil ocultar lo que produce en mi tu presencia. Sé que cuando te acercas respiro más fuerte, también sé que si te vas me quedo sin respiración.

Esa fue la primera carta que le escribí y no la terminé porque pensé que no podía decirle una cosa así tan directa si apenas la acababa de conocer, pero, que además de directa ella no la podía entender porque ahora creo que el único que se enamora  así a primera vista o a la primera mirada soy yo que soy capaz de decirle mañana que se separe del hombre de sus sueños,  y se vaya a vivir conmigo pero no lo voy a hacer porque dicen que es apresurado pues ella todavía no sabe nada y ni siquiera lo sospecha. Por eso solo le escribo cartas, bueno y a veces le he mandado a escribir grafitis como el que mande a poner en la calle 45 con 7 para que ella lo viera decía que te pienso luego insisto y más abajo vi que alguien había escrito Alicia la maravilla del país y pensé que ese me hubiera gustado escribirlo pensando en ella, no decía Alicia sino su nombre verdadero que no quiero decir por la prudencia y para que nadie se entere quien es esa persona que me hizo cambiar la vida y que me hace pensar que todo es posible incluido ese sueño grande de hacer que ella se enamore de mí,  una vez que estábamos hablando de grafitis los  vio y me contó y yo no fui capaz de decirle que había sido yo por eso sigo escribiendo y soñando cartas no como una condena sino como un placer que no tiene reciprocidad pero tampoco la busca, bueno otra de las cartas que le escribí fue esta:

Todo parece volver a su sitio. Mi pensamiento, como cualquier luna que recuerdes, se acerca y se aleja continuamente de ti. Podría decir que es la nostalgia de lo que nunca fue o de aquello que no aconteció habiendo sido lo más deseado. Siento una leve melancolía acercándose a todos los deseos que provocas. Vientos cálidos me hacen sentir que la ausencia definitiva de tus risas no será cruel. ¿Será acaso aquello que llaman la esperanza?

Allí interrumpí porque alguien llegó y como pensé que era ella escondí el papel debajo del fólder que tenía en la mesita y como es lo único que escribo a mano la gente ya está preguntando que qué es lo que estoy haciendo y yo les dije que era para que no se me olvidara escribir a mano, que todos los pensamientos salían más puros, más llenos de lo que uno pensaba y que además si uno escribía a mano tenía que ir muy despacio para no tener que repetir y así tenia uno más tiempo para pensar y eso se volvió una teoría entre los amigos que escriben y todo porque yo había escondido el papel de mis secretos, de mi amor imposible, de mi amor ridículo como dice Calvino, de mi amor que como una peste ha ido poco a poco llenando el vacío que tenía hacía rato. Por un tiempo duró la carta cortada porque no había tenido un momento para escribirle ya que sólo tenía tiempo para pensarla. Después continué con la escritura de esa carta, pero como pasa con las cosas que uno está escribiendo y suspende no quedó lo mismo porque interrumpir una idea es peor a que lo deje a uno el amor, sin embargo, seguí escribiendo un poco distinto, pero con igual amor porque eso si seguía siendo igual entonces la retome como les dije y escribí.

Es mentira que el amor produce angustia cuando no posees a aquel a quien amas. Nadie podría afirmar que el amor no es confuso. Más aun, estoy seguro de que lo cierto en el amor es la confusión. Unas ganas inmensas de salir corriendo y deseos intensos de quedarse. Subirse a la copa de los árboles y bajar en busca del sitio más profundo. El amor es eterno y efímero. Un clic que lo enciende y un inmenso pum que lo apaga.

Esta carta, aunque me parecía muy linda, no se la mande ni se la entregué porque pensaba que decía cosas que era mejor decirle en persona, algunas cosas que suenan mejor directamente con la voz de uno, yo estaba seguro que si yo le decía las cosas no me iba a arrepentir. Así que decidí no entregarle esta carta y mejor me puse a pensar que hacer con esa enamorada tan tenaz que me había pegado. No podía dejar de pensarla y la llamaba y no le decía nada pero yo sabía que ella sabía que yo ya estaba metido en eso que los más pelados llaman traga o como dicen ahora los más jóvenes, yo estaba colgado, que en España quiere decir estar trabado o haber metido hachís y yo sí creo que estoy así como medio trabado y si dicen que el amor es una droga pues eso yo estoy drogado como quien dice borracho del amor y estaba pensando en estas cosas y mira que si será casualidad suena la voz de Iglesias, el papá no el hijo que parece marica sino el papá cantando: por el amor de una mujer jugué con fuego sin saber que era yo quien me quemaba pero no es muy cierto, creo que en este caso no me voy a quemar porque ella no es fuego, creo, si no me equivoco, ella  es  cálida y tierna pero eso de fuego es para otro tipo de mujer esas que cuando uno las mira se pone con ganas de comérselas, ella no, con ella dan ganas de amarla y  darle besos en la mejilla y si ella se lo pide a uno, pues le da uno un beso en la boca ! como será de rico! darle un beso en la boca. Después le escribí esta que sigue que es tan tenaz que me aventuré a enviársela, la verdad que sin muchas ganas porque parecía que ella en ese momento estaba pensando en cosas más importantes, pero como dije se la mandé y esperé y dice.

Amada

Todavía flota en mi memoria, como una nube en el cielo triste, el verso aquel que a pesar de sus quinientos años vive; está vivo, como este tortuoso caminar al lado tuyo, sin tocarte, sin sentirte, sin poder aprenderte de memoria, como si estuviera condenado a creer que la belleza, tu hermosa belleza, tu belleza que encanta, sea una ficción de mi corazón, de mi razón, de mi espíritu, que me ha sumergido en esa noche llena de luz que significa tu existencia. Te lo envío en el idioma que siempre pensaste era el del amor

Como dije, esta carta se la mandé y ese fue el error, y no se pueden imaginar lo que me dijo, que si era verdad que yo la había escrito o si era del libro de cartas de amor que un día le mostré, aunque me dolió que ella creyera que yo no la había escrito  me pareció que ella también se podía equivocar o mejor dicho fue muy bello descubrir que ella no era perfecta porque es que el amor intenso a veces lo hace sentir a uno cosas que no son, como eso de que hay alguien es como dios, pero que va, si también es chévere tener uno su propio dios o para ser más preciso diosa que es lo que ella es pero una especie de diosa de esas griegas que tenían de humano y de dios. Paso un tiempo para que le volviera a escribir no solamente porque me dijo lo de si la carta era mía sino que estaba pensando que escribir cartas de amor era muy difícil y que lo mejor era que intentara decirle directamente lo que yo sentía y entonces decidí hacerlo y como siempre que uno intenta hacerlo pues la invite a almorzar le dije que si quería leer la carta de un restaurante que yo conocía y ella me miro con esos ojos grandototes que tiene y con esas persianas llenas de belleza que son sus pestañas y con esos arcos iris que son sus cejas y como les decía me miro y casi no me lo puedo creer cuando respondió, pero en vez de decirme lo que yo creía que ella me iba a decir, me dijo que si, que tenía hambre y pensé que si era solo por el hambre mejor que ni fuera porque la iba era a llenar de piropos y de frases y si se descuidaba le cogía las manos y le decía que estaba enamorado de ella, como les dije, dijo que si, y nos fuimos al almuerzo para quitarle el hambre a ella y para quitarme el amor a mí. Nos sentamos y la miré y le dije que leyera la carta pero la del menú y le pregunté que qué quería y si le gustaba la pasta y si le gustaban las ensaladas todo eso le pregunté al mismo tiempo, como saluda la gente igualito: quiubo, como estás, cómo te ha ido, hacía tiempo no te veía, así le hice un borbotón de preguntas que me hizo sentir como míster bin el inglés que la caga con todo, ella me miro toda linda y no me dijo imbécil sino que con los ojos me dijo pobrecito que entendí algo así como si el amor me hubiera vuelto imbécil pero no, lo que me ha vuelto es enamorado que no es lo mismo. Como les dije en lugar de escribirle cartas de amor intente decirle todo lo que yo sentía para ver si la seguía amando o me iba olvidando de todo aunque en el fondo uno no se puede olvidar solo por decirlo  así que después de pedir le dije muchas cosas que quería escribirle aproveché que me he vuelto experto en la lectura de ojos y cuando ella me miró diciendo que qué quería decirle yo le dije tomando respiración: que  no sabía cómo empezar después de haber pensado mucho tiempo casi cuatro días en esta cita pero que estaba seguro que no era sino empezar porque lo que llevaba en el corazón tenía que salir libremente así como salía la luz de esos inmensas lunas que tienes por ojos y de esa rosada boca que bota rosas y que todo lo que dice me parece musical aun las cosas más tontas y ella me miró como si yo le hubiera dicho tonta y me corté un poco pero seguí que no es que seas tonta sino que lo que produces cuando hablas es un ensimismamiento que atonta aunque tonto no es el que es idiota sino el que estando enamorado como yo de usted no sabe cómo decir lo que sí sabe cómo escribir, me miró como si no entendiera pero como esa parte no me interesaba aclararla seguí diciéndole que además de ensimismado me tenía anonadado que era como me volvía cuando la tenia de frente pero que la verdad era que estaba enamorado y que ese enamoramiento no era un problema sino todo lo contrario era como un salvavidas cuando uno se está ahogando que parecía algo muy raro pero si me salvaba del naufragio de las soledades me asfixiaba en las ganas de tenerla y le conté que le había escrito ciento veinte cartas y que ella solo conocía una pero que esa inspiración que me provocaba era mejor que una dosis de la más alucinógenas de las drogas, que el más aromoso de vinos y que más, mucho más que el más bello de los poemas y ella me iba interrumpir pero como casi siempre es para decir algo que no tiene que ver con mi corazón no deje que me interrumpiera y seguí diciéndole que no cerrara las lunas que tiene que yo sabía que ella sabía que yo no sabía cómo decirle lo que ella ya sabía, que la deseaba y que solo  pronunciar su nombre producía un cataclismo en mi pobre corazón y que si los delfines parecen humanos tu a veces me pareces inhumana no porque no seas un delfín sino más bien porque nadas como los salmones al contrario de mi corriente y allí sí que me puse romántico y me quede en silencio pero cantando a gritos silenciosos una canción que no sé porque me salió en ese momento y que dice que todas las noches sean noches de luna y que todas las lunas sean lunas de miel y seguro que contigo todas las noches serán así y ella me pregunto que cómo y volví y le dije la letra de la canción pero no cantada sino hablada y mientras yo le hablaba esa canción ella se fue desdibujando, diluyendo, desapareciendo, difuminándose por entre los recuerdos, por entre las miradas, por entre las rendijas de las puertas y entre todos mis sueños y mis cartas, apareció esa mañana y me preguntó que qué había soñado, solo le dije que un sueñito lindo

 

Cuando me desperté y me di cuenta de que había soñado todo esto me puse a escribirlo y para que ella no se me fuera olvidar o para que ella que era un sueño se volviera realidad. Me tardé escribiéndolo tres días sin dormir para que no se fuera a confundir este sueño con otro sueño y que ella no fuera a desaparecer como en el sueño o a decirme que ella no quería jugar ese fuego porque el que juega con fuego se quema y todas esas pendejadas que dicen los monógamos y que después lo único que quieren es el fuego que quema y que se apaga  y, bueno escribí esto como decía, para volver el sueño una realidad y mandárselo a ella que siempre esta tan despierta y creyendo que si no me detiene se le vuelve una pesadilla y que qué va a hacer con este amor que provoca por todo lado porque parece que no es solo a mí al que le pasa todo esto sino a todos los que se le acercan y que cuando mueve ese pelito lindo que viene bajando por la sierra morena me vuelve como loco, lo que más trabajo me costó fue reconstruir las cartas porque yo no había nunca soñado cartas de amor y eso apareció solo ahora en medio de esta dulzura y recordar cartas que uno ha escrito en sueños sí que es bien difícil, es como cuando uno quiere volver a soñar algo que ha soñado y van y le dicen a uno que los sueños no se repiten y yo me muero de la risa porque si se repiten y además se hacen realidad y que no jodan mucho porque  lo importante es tener sueños no que se le cumplan y esto que me está pasando es así aunque si se cumple mejor, mucho mejor. Lo terminé de escribir y me quedé despierto soñando y soñé que estaba dormido y no sé porque cuando empecé a soñar la vi cruzando la calle del restaurante que un día había pensado que la iba invitar a almorzar y cuando la llamé me miró y me dijo que si había llegado tarde pero como yo no sabía si estaba dormido o si era que de verdad la había invitado a comer y ella como adivinando mi confusión  me dio un beso en la mejilla que me despertó de mi ensoñación pero no de mi sueño así que nos sentamos y ella empezó a decirme una cantidad de cosas sobre la imposibilidad del amor pero no me decía de cual amor y me puse nervioso y empecé a mover las manos hacia arriba y hacia abajo y levante la voz y le decía si era que ella pensaba que yo no era capaz de quererla en silencio y ella me decía que eso era imposible que los amores imposibles para ser imposibles no existían o si existían no se hacían realidad que la diferencia entre un amor imposible y un amor difícil era esa que los difíciles si existían o se hacían realidad mientras los otros no y ella seguía hablando y yo no sabía cómo callarla porque si en otra ocasión en el sueño yo no podía callarme en este era ella la que no lo hacía así que me levanté y le dije que se callara que le iba a decir en voz alta todo lo que sentía por ella delante de todos los que estaban allí y les dije: oigan todos quiero que sepan que la amo a ella con todas las consecuencias que eso tiene y sin importar que después ella diga que ella no me ama y ella se levantó y salió corriendo y yo salí detrás pero cuando iba pasando la calle de pronto sonó un frenazo el verraco y voltié a mirar y ella estaba tirada en el piso con sangre en la cabeza y todo el asfalto cubierto de sangre así que dije mierda la mató y pasaron por la cabeza ya no todos los sueños sino las pesadillas y me puse frío y la risa del vino se convirtió en mueca y la mujer más hermosa que yo haya visto se volvió cadáver y yo me volví a despertar y estaba sudando y cogí y me levanté y me lavé la cara y en el espejo vi que tenía rastros de sangre y entonces me di cuenta que había estado soñando despierto, volví a la cama y cuando me sentía un poco relajado prendí el televisor y estaban dando las noticias y decían que en un bar del barrio latino de París un hombre muy conocido que no recuerdo el nombre se había enloquecido y que en medio de una pelea con la famosa belleza  Catherine D  le había pegado un botellazo en la cabeza y la había matado y siguieron dando un documental sobre como en España hay un altísimo número de asesinatos de mujeres por hombres celosos pero yo pensé que no eran celosos sino imbéciles porque uno de celos se muere no mata pero me empecé a dormir de nuevo o me pareció que me empezaba a dormir porque desde que la conocí todos saben cómo les dije que estoy mitad despierto mitad dormido.

 

 

 

 

 

 

 

 

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