No sé qué me pasa cuando la miro. Trato de escapar, de eludir el brillo de sus inmensos ojos, pero no puedo, ella los abre y yo vuelvo y caigo en su trampa. Aun cuando estoy dormido no dejo de mirarla. No sé si desde que la conocí alucino o si lo que pasa cuando estoy despierto son solo sueños. Tampoco sé si este será un recuerdo encontrado en el olvido, deja vu de mi alma, o como dice la canción: estoy mitad despierto y mitad dormido. Así vivo ahora, cuando ella está a mi lado y me mira trato de evitarla y miro para otro lado, pero nada, como un imán, me atrae. Sé que me tengo que despegar de esa dulzura que envuelve y que me hace sentir como un cantante de baladas y boleros, pero no puedo, a veces me siento como un Beatle y me pongo a cantar baby its you, otras veces creo que soy un perdedor y canto I am loser, ella creo que se ríe de mí, pero eso a mí no me importa, porque como le dije el otro día no te pido que me ames, solo te pido que te dejes amar y ella no entendió. Tampoco entendió cuando le dije que me debía un millón de miradas, eso me pareció bacano, decirle eso, con eso creí que la iba a conquistar, pero parece que solo si la amarro como en la película de Almodóvar en la que Antonio Banderas ata a Victoria Abril solo así podrá ser mía, aunque a veces también creo que ella es de esas mujeres que no son de nadie sino de ellas mismas o de los dioses. Por eso, para no amarrarla, me puse a redactar cartas de amor sin terminar que nunca le envié y ahora que las tengo todas sobre la mesa se las voy a mandar, claro que cada vez que oigo la canción de Serrat no hago otra cosa que pensar en ti, para halagarte y para que se sepa cogí papel y lápiz y esparcí las cosas de tu amor sobre mi mesa creo que fue mandada a escribir para mí, eso pensé esta mañana cuando la escuché. Por la tarde le pregunté que si había oído esa canción y me dijo que no, eso no me gustó mucho porque como yo estoy enamorado creía que todo el mundo la conocía y se la sabia, pero no, ella no y me dijo que se la cantara pero yo no sé cantar y se me olvido toda la letra, sentí que los colores se me subían a las mejillas, ella no se dio cuenta, así que me hice el pendejo y se la canté, mal, pero se la canté, para disimular le pregunté torpe que qué haría si le llevaba una serenata de mariachis y le cantaban si nos dejan y coge y me dice que esa canción le gustaba bastante y allí sí que no entendí mi confusión porque si nos dejaban nos íbamos a querer toda la vida, claro ella no estaba pensado en lo nuestro, que no es lo nuestro, sino lo mío, ella en lo que estaba pensando era en su novio, ah sí, tiene novio como yo tengo novia, o mejor vive con el hombre de sus sueños o mejor sueña con el hombre de sus sueños, y yo creo que ella cree que yo soy el hombre de sus pesadillas, pero no me voy a dejar llamar asi, voy a hacer que ella sienta que como dice el bolero que yo esperare a que sientas lo mismo que yo, a que la luna la mires del mismo color pero no sólo la luna también las nubes que así me haces sentir cuando llegas y te sientas enfrente, como en las nubes. La primera carta que le escribí y como decía que no se la envíe es esta que les voy a leer y que dice así: Amor, amada, no sabes cómo apareció contigo la ilusión de un nuevo amor. Tampoco como eso se ha ido volviendo el amor de la vida Esa vida que al lado tuyo se vuelve paraíso ¿Sabes que solo cuando te vi, el corazón volvió a latir de esa manera tan acelerada como laten los corazones enamorados? Te amo y eso ya no solo lo sabes tú, también lo saben todos porque es muy difícil ocultar lo que produce en mi tu presencia. Sé que cuando te acercas respiro más fuerte, también sé que si te vas me quedo sin respiración.
Esa fue la primera carta que le escribí y no la terminé porque pensé que no
podía decirle una cosa así tan directa si apenas la acababa de conocer, pero,
que además de directa ella no la podía entender porque ahora creo que el único
que se enamora así a primera vista o a
la primera mirada soy yo que soy capaz de decirle mañana que se separe del hombre
de sus sueños, y se vaya a vivir conmigo
pero no lo voy a hacer porque dicen que es apresurado pues ella todavía no sabe
nada y ni siquiera lo sospecha. Por eso solo le escribo cartas, bueno y a veces
le he mandado a escribir grafitis como el que mande a poner en la calle 45 con
7 para que ella lo viera decía que te
pienso luego insisto y más abajo vi que alguien había escrito Alicia la maravilla del país y pensé que ese me hubiera gustado escribirlo
pensando en ella, no decía Alicia sino su nombre verdadero que no quiero decir
por la prudencia y para que nadie se entere quien es esa persona que me hizo
cambiar la vida y que me hace pensar que todo es posible incluido ese sueño
grande de hacer que ella se enamore de mí, una vez que estábamos hablando de grafitis
los vio y me contó y yo no fui capaz de
decirle que había sido yo por eso sigo escribiendo y soñando cartas no como una
condena sino como un placer que no tiene reciprocidad pero tampoco la busca,
bueno otra de las cartas que le escribí fue esta:
Todo parece volver a
su sitio. Mi pensamiento, como cualquier luna que recuerdes, se acerca y se
aleja continuamente de ti. Podría decir que es la nostalgia de lo que nunca fue
o de aquello que no aconteció habiendo sido lo más deseado. Siento una leve
melancolía acercándose a todos los deseos que provocas. Vientos cálidos me
hacen sentir que la ausencia definitiva de tus risas no será cruel. ¿Será acaso
aquello que llaman la esperanza?
Allí interrumpí porque alguien llegó y como
pensé que era ella escondí el papel debajo del fólder que tenía en la mesita y
como es lo único que escribo a mano la gente ya está preguntando que qué es lo
que estoy haciendo y yo les dije que era para que no se me olvidara escribir a
mano, que todos los pensamientos salían más puros, más llenos de lo que uno
pensaba y que además si uno escribía a mano tenía que ir muy despacio para no
tener que repetir y así tenia uno más tiempo para pensar y eso se volvió una
teoría entre los amigos que escriben y todo porque yo había escondido el papel
de mis secretos, de mi amor imposible, de mi amor ridículo como dice Calvino,
de mi amor que como una peste ha ido poco a poco llenando el vacío que tenía hacía
rato. Por un tiempo duró la carta cortada porque no había tenido un momento
para escribirle ya que sólo tenía tiempo para pensarla. Después continué con la
escritura de esa carta, pero como pasa con las cosas que uno está escribiendo y
suspende no quedó lo mismo porque interrumpir una idea es peor a que lo deje a
uno el amor, sin embargo, seguí escribiendo un poco distinto, pero con igual
amor porque eso si seguía siendo igual entonces la retome como les dije y
escribí.
Es mentira que el amor
produce angustia cuando no posees a aquel a quien amas. Nadie podría afirmar
que el amor no es confuso. Más aun, estoy seguro de que lo cierto en el amor es
la confusión. Unas ganas inmensas de salir corriendo y deseos intensos de
quedarse. Subirse a la copa de los árboles y bajar en busca del sitio más
profundo. El amor es eterno y efímero. Un clic que lo enciende y un inmenso pum
que lo apaga.
Esta carta, aunque me parecía muy linda, no se
la mande ni se la entregué porque pensaba que decía cosas que era mejor decirle
en persona, algunas cosas que suenan mejor directamente con la voz de uno, yo
estaba seguro que si yo le decía las cosas no me iba a arrepentir. Así que
decidí no entregarle esta carta y mejor me puse a pensar que hacer con esa
enamorada tan tenaz que me había pegado. No podía dejar de pensarla y la
llamaba y no le decía nada pero yo sabía que ella sabía que yo ya estaba metido
en eso que los más pelados llaman traga o como dicen ahora los más jóvenes, yo
estaba colgado, que en España quiere decir estar trabado o haber metido hachís
y yo sí creo que estoy así como medio trabado y si dicen que el amor es una
droga pues eso yo estoy drogado como quien dice borracho del amor y estaba
pensando en estas cosas y mira que si será casualidad suena la voz de Iglesias,
el papá no el hijo que parece marica sino el papá cantando: por el amor de una mujer jugué con fuego sin saber que era yo quien me
quemaba pero no es muy cierto, creo que en este caso no me voy a quemar
porque ella no es fuego, creo, si no me equivoco, ella es
cálida y tierna pero eso de fuego es para otro tipo de mujer esas que
cuando uno las mira se pone con ganas de comérselas, ella no, con ella dan
ganas de amarla y darle besos en la
mejilla y si ella se lo pide a uno, pues le da uno un beso en la boca ! como
será de rico! darle un beso en la boca. Después le escribí esta que sigue que
es tan tenaz que me aventuré a enviársela, la verdad que sin muchas ganas
porque parecía que ella en ese momento estaba pensando en cosas más importantes,
pero como dije se la mandé y esperé y dice.
Amada
Todavía flota en mi
memoria, como una nube en el cielo triste, el verso aquel que a pesar de sus
quinientos años vive; está vivo, como este tortuoso caminar al lado tuyo, sin
tocarte, sin sentirte, sin poder aprenderte de memoria, como si estuviera
condenado a creer que la belleza, tu hermosa belleza, tu belleza que encanta,
sea una ficción de mi corazón, de mi razón, de mi espíritu, que me ha sumergido
en esa noche llena de luz que significa tu existencia. Te lo envío en el idioma
que siempre pensaste era el del amor
Como dije, esta carta se la mandé y ese fue el
error, y no se pueden imaginar lo que me dijo, que si era verdad que yo la
había escrito o si era del libro de cartas de amor que un día le mostré, aunque
me dolió que ella creyera que yo no la había escrito me pareció que ella también se podía
equivocar o mejor dicho fue muy bello descubrir que ella no era perfecta porque
es que el amor intenso a veces lo hace sentir a uno cosas que no son, como eso
de que hay alguien es como dios, pero que va, si también es chévere tener uno
su propio dios o para ser más preciso diosa que es lo que ella es pero una
especie de diosa de esas griegas que tenían de humano y de dios. Paso un tiempo
para que le volviera a escribir no solamente porque me dijo lo de si la carta
era mía sino que estaba pensando que escribir cartas de amor era muy difícil y
que lo mejor era que intentara decirle directamente lo que yo sentía y entonces
decidí hacerlo y como siempre que uno intenta hacerlo pues la invite a almorzar
le dije que si quería leer la carta de un restaurante que yo conocía y ella me
miro con esos ojos grandototes que tiene y con esas persianas llenas de belleza
que son sus pestañas y con esos arcos iris que son sus cejas y como les decía
me miro y casi no me lo puedo creer cuando respondió, pero en vez de decirme lo
que yo creía que ella me iba a decir, me dijo que si, que tenía hambre y pensé
que si era solo por el hambre mejor que ni fuera porque la iba era a llenar de
piropos y de frases y si se descuidaba le cogía las manos y le decía que estaba
enamorado de ella, como les dije, dijo que si, y nos fuimos al almuerzo para
quitarle el hambre a ella y para quitarme el amor a mí. Nos sentamos y la miré
y le dije que leyera la carta pero la del menú y le pregunté que qué quería y
si le gustaba la pasta y si le gustaban las ensaladas todo eso le pregunté al
mismo tiempo, como saluda la gente igualito: quiubo, como estás, cómo te ha
ido, hacía tiempo no te veía, así le hice un borbotón de preguntas que me hizo
sentir como míster bin el inglés que la caga con todo, ella me miro toda linda
y no me dijo imbécil sino que con los ojos me dijo pobrecito que entendí algo
así como si el amor me hubiera vuelto imbécil pero no, lo que me ha vuelto es
enamorado que no es lo mismo. Como les dije en lugar de escribirle cartas de
amor intente decirle todo lo que yo sentía para ver si la seguía amando o me iba
olvidando de todo aunque en el fondo uno no se puede olvidar solo por
decirlo así que después de pedir le dije
muchas cosas que quería escribirle aproveché que me he vuelto experto en la
lectura de ojos y cuando ella me miró diciendo que qué quería decirle yo le
dije tomando respiración: que no sabía cómo
empezar después de haber pensado mucho tiempo casi cuatro días en esta cita
pero que estaba seguro que no era sino empezar porque lo que llevaba en el
corazón tenía que salir libremente así como salía la luz de esos inmensas lunas
que tienes por ojos y de esa rosada boca que bota rosas y que todo lo que dice
me parece musical aun las cosas más tontas y ella me miró como si yo le hubiera
dicho tonta y me corté un poco pero seguí que no es que seas tonta sino que lo
que produces cuando hablas es un ensimismamiento que atonta aunque tonto no es
el que es idiota sino el que estando enamorado como yo de usted no sabe cómo
decir lo que sí sabe cómo escribir, me miró como si no entendiera pero como esa
parte no me interesaba aclararla seguí diciéndole que además de ensimismado me tenía
anonadado que era como me volvía cuando la tenia de frente pero que la verdad
era que estaba enamorado y que ese enamoramiento no era un problema sino todo
lo contrario era como un salvavidas cuando uno se está ahogando que parecía
algo muy raro pero si me salvaba del naufragio de las soledades me asfixiaba en
las ganas de tenerla y le conté que le había escrito ciento veinte cartas y que
ella solo conocía una pero que esa inspiración que me provocaba era mejor que
una dosis de la más alucinógenas de las drogas, que el más aromoso de vinos y
que más, mucho más que el más bello de los poemas y ella me iba interrumpir
pero como casi siempre es para decir algo que no tiene que ver con mi corazón
no deje que me interrumpiera y seguí diciéndole que no cerrara las lunas que
tiene que yo sabía que ella sabía que yo no sabía cómo decirle lo que ella ya sabía,
que la deseaba y que solo pronunciar su
nombre producía un cataclismo en mi pobre corazón y que si los delfines parecen
humanos tu a veces me pareces inhumana no porque no seas un delfín sino más
bien porque nadas como los salmones al contrario de mi corriente y allí sí que
me puse romántico y me quede en silencio pero cantando a gritos silenciosos una
canción que no sé porque me salió en ese momento y que dice que todas las noches sean noches de luna y
que todas las lunas sean lunas de miel y seguro que contigo todas las
noches serán así y ella me pregunto que cómo y volví y le dije la letra de la
canción pero no cantada sino hablada y mientras yo le hablaba esa canción ella
se fue desdibujando, diluyendo, desapareciendo, difuminándose por entre los
recuerdos, por entre las miradas, por entre las rendijas de las puertas y entre
todos mis sueños y mis cartas, apareció esa mañana y me preguntó que qué había
soñado, solo le dije que un sueñito lindo
Cuando me desperté y me di cuenta de que había
soñado todo esto me puse a escribirlo y para que ella no se me fuera olvidar o
para que ella que era un sueño se volviera realidad. Me tardé escribiéndolo
tres días sin dormir para que no se fuera a confundir este sueño con otro sueño
y que ella no fuera a desaparecer como en el sueño o a decirme que ella no
quería jugar ese fuego porque el que juega con fuego se quema y todas esas
pendejadas que dicen los monógamos y que después lo único que quieren es el
fuego que quema y que se apaga y, bueno
escribí esto como decía, para volver el sueño una realidad y mandárselo a ella
que siempre esta tan despierta y creyendo que si no me detiene se le vuelve una
pesadilla y que qué va a hacer con este amor que provoca por todo lado porque
parece que no es solo a mí al que le pasa todo esto sino a todos los que se le acercan
y que cuando mueve ese pelito lindo que viene bajando por la sierra morena me
vuelve como loco, lo que más trabajo me costó fue reconstruir las cartas porque
yo no había nunca soñado cartas de amor y eso apareció solo ahora en medio de
esta dulzura y recordar cartas que uno ha escrito en sueños sí que es bien
difícil, es como cuando uno quiere volver a soñar algo que ha soñado y van y le
dicen a uno que los sueños no se repiten y yo me muero de la risa porque si se
repiten y además se hacen realidad y que no jodan mucho porque lo importante es tener sueños no que se le
cumplan y esto que me está pasando es así aunque si se cumple mejor, mucho
mejor. Lo terminé de escribir y me quedé despierto soñando y soñé que estaba
dormido y no sé porque cuando empecé a soñar la vi cruzando la calle del
restaurante que un día había pensado que la iba invitar a almorzar y cuando la
llamé me miró y me dijo que si había llegado tarde pero como yo no sabía si
estaba dormido o si era que de verdad la había invitado a comer y ella como
adivinando mi confusión me dio un beso
en la mejilla que me despertó de mi ensoñación pero no de mi sueño así que nos
sentamos y ella empezó a decirme una cantidad de cosas sobre la imposibilidad del
amor pero no me decía de cual amor y me puse nervioso y empecé a mover las
manos hacia arriba y hacia abajo y levante la voz y le decía si era que ella
pensaba que yo no era capaz de quererla en silencio y ella me decía que eso era
imposible que los amores imposibles para ser imposibles no existían o si
existían no se hacían realidad que la diferencia entre un amor imposible y un
amor difícil era esa que los difíciles si existían o se hacían realidad
mientras los otros no y ella seguía hablando y yo no sabía cómo callarla porque
si en otra ocasión en el sueño yo no podía callarme en este era ella la que no
lo hacía así que me levanté y le dije que se callara que le iba a decir en voz
alta todo lo que sentía por ella delante de todos los que estaban allí y les
dije: oigan todos quiero que sepan que la amo a ella con todas las
consecuencias que eso tiene y sin importar que después ella diga que ella no me
ama y ella se levantó y salió corriendo y yo salí detrás pero cuando iba
pasando la calle de pronto sonó un frenazo el verraco y voltié a mirar y ella
estaba tirada en el piso con sangre en la cabeza y todo el asfalto cubierto de
sangre así que dije mierda la mató y pasaron por la cabeza ya no todos los
sueños sino las pesadillas y me puse frío y la risa del vino se convirtió en
mueca y la mujer más hermosa que yo haya visto se volvió cadáver y yo me volví
a despertar y estaba sudando y cogí y me levanté y me lavé la cara y en el
espejo vi que tenía rastros de sangre y entonces me di cuenta que había estado
soñando despierto, volví a la cama y cuando me sentía un poco relajado prendí
el televisor y estaban dando las noticias y decían que en un bar del barrio
latino de París un hombre muy conocido que no recuerdo el nombre se había
enloquecido y que en medio de una pelea con la famosa belleza Catherine D
le había pegado un botellazo en la cabeza y la había matado y siguieron
dando un documental sobre como en España hay un altísimo número de asesinatos
de mujeres por hombres celosos pero yo pensé que no eran celosos sino imbéciles
porque uno de celos se muere no mata pero me empecé a dormir de nuevo o me
pareció que me empezaba a dormir porque desde que la conocí todos saben cómo
les dije que estoy mitad despierto mitad dormido.
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