domingo, 2 de julio de 2017

La tierra en Colombia y el tránsito a la legalidad.


 Si usted es ajeno a la polarización, si no es militante político de alguno de los partidos que se enfrentaran en elecciones o si usted es extranjero y le presentan un dilema como el que sigue ¿qué elegiría?
ha culminado, en medio de inmensas dificultades, un proceso de paz con la guerrilla, primer factor del conflicto armado por 50 años y  Ud. ha reducido muy significativamente las muertes y acciones violentas por ese conflicto, Ud.: quisiera volver a las cifras de violencia  de años anteriores o apoyaría el desarme y la vinculación de la guerrilla a la vida civil asumiendo los costos políticos y sociales derivados de estos.

Responder a manera de encuesta sin plantearse la base del problema puede ser arriesgado. Las encuestas, muchas veces dicen lo que has elegido, pero no lo que piensas. Así que parto del supuesto de que es mejor pensar antes de responder. Digamos, solo para simplificar, que entiendo por pensar y, de qué manera, esto nos ayuda a ser libres, en el sentido de que ser libre es también pensar por sí mismo. Pensar entonces para este escrito es: ver desde el pasado como se ha construido el presente, los rastros del ayer en el hoy (Memoria) buscar la información sobre los aspectos del problema que usted quiere comprender (Análisis) confrontar los distintos puntos de vista (Crítica) y lograr un inteligente contexto del asunto para desde allí decidir (Síntesis)

Miremos a manera de ejemplo uno de los problemas que está en la base del dilema:
En Colombia es histórico el debate sobre la tierra, propiedad y su uso, en particular sobre: el acceso a la tierra, la informalidad, la ocupación indebida de baldíos y el uso de la tierra para cultivos ilícitos: Pero ¿se puede solucionar el problema sin tocar los poderes legales e ilegales que están comprometidos con el tema? Pero ¿cuáles son esos poderes que ponen obstáculos a las soluciones porque actúan en contra de las leyes que pretenden solucionar el problema? ¿Porque actúan en contra del proceso de paz?

·         Existe un poder político ligado a la tierra que tiene presencia en las instancias de representación (muchas veces mayoritaria) desde el Congreso hasta los Consejos Municipales. Todavía existe una relación entre propiedad de la tierra (mediana y gran propiedad) y la  política: un buen número de representantes  hacen parte de propietarios, familias de propietarios o aliados incondicionales de esos grupos. Potentes redes confianza que defienden, atacando, cualquier solución que debilite el escenario que construyeron, poco a poco y durante décadas, desde lo local , en donde tierra y política están atados de manera intensa y no pocas veces con carácter feudal.

·         Muchos de estos grupos están relacionados con la ilegalidad, coca, marihuana, minería, usurpación de baldíos  etc. y han construido escenarios de una alta complejidad ilegal en donde la presencia del estado ha sido remplazada por una institucionalidad paralela, latente y explícita, que ve como amenaza cualquier intento de transitar desde la ilegalidad a la legalidad. Se han establecido dictaduras locales de todas las tendencias.

·         Las estrategia de estos grupos para lograr su cometido: bloquear las salidas, van desde los político (eligiendo y haciéndose elegir) hasta lo jurídico (bloqueando, dilatando o tergiversando el sentido del cambio) hasta lo económico invirtiendo en campañas electorales,  de desprestigio y participando muy activamente en debates promovidos por los medios y en redes sociales con grupos muy bien organizados que emite de forma intensa y permanente mensajes en contravía de las soluciones. Actúan desde lo local donde el miedo es uno de los dispositivos de control más eficaz. Actúan sobre lo inmediato, atacan cualquier gesto o acción dirigida a solucionar el problema de la tierra, pensando que, la acción rápida, es más eficaz que el debate inteligente y democrático. La fuerza de la minoría amenazante ligada al miedo.

Es muy difícil avanzar en la solución en contextos de altísima confrontación. Superado el enfrentamiento militar con la guerrilla, queda el enfrentamiento político, que debería estar ligado a la reflexión y el pensamiento y desligado de la política electoral, por cuanto la paz es bien común que no debe ser sometido al alegato electoral. No es igual al debate electoral por la presidencia en elecciones anteriores, ahora la paz (desmovilización, entrega de armas, vinculación a la política de los armados, amnistía, y justicia transicional) ya están logrados. Queda mucho por andar, pero eso es un camino que debería transitarse sin odio, el riesgo de hacerlo con odio plantea un mundo oscuro que puede llevar a un conflicto  de muy difícil manejo: en términos tecnocráticos se rompe la gobernanza y el poder se re constituye, en lo local, desde la delincuencia. De entenderse esto, como la construcción de un futuro en donde, la disputa por el territorio, en muchos lugares de Colombia será entre: la ilegalidad y la legalidad; el autoritarismo ilegal y la democracia, entre actores armados de nuevo/viejo origen y sociedad civil.

Es decir, el dilema planteado no es un dilema moral, de la forma: bueno o malo.  Es un dilema histórico similar al dilema ecológico del orden: si continuamos explotando los recursos hasta el agotamiento los que vienen detrás tendrán grandes dificultades para sobrevivir. Igual pasa con la paz en este momento: sino alimentamos el posconflicto con acciones honestas, rápidas y eficaces de construcción de democracia (justicia, equidad, igualdad, derechos humanos, no corrupción) la transición a un mundo mejor será postergada de nuevo.

¿Pero es posible hacer algo? Sí, pero sólo  sí se entiende el problema y cómo  este es amenaza para el Bien Común. Es urgente que toda la ciudadanía, los de un lado y los del otro, estén por encima de los líderes y defiendan la paz como un bien común.

 

2 comentarios:

  1. el marco referencial del problema de construcción de paz me parece imprescindible. Aciertas caracterizandolo como bien común.El dilema en mi modesto pensar, enlaza un hecho trasversal de gran importancia. la cultura de violencia por la que hemos transitado en la linea de tiempo de nuestra historia y si bien los intereses sobre la tenencia de la tierra, es razón causal innegable; la cultura de violencia puede ser el punto de mira para consolidar el proceso de construcción de paz desde lo territorial. Fraternalmente ciro.

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  2. Ciroe agrada y mucho que leas el blog, soy poco amigo de conceptos como cultura de la violencia, pienso que la violencia hace parte de la cultura Y el uso que hacen los distintos poderes no nos hace a todos parte de esa supuesta cultura, creo que el ejercicio del poder conduce al uso de la fuerza para perpetuarse Tienes razon al poner wn duda parte de mi reflexion, se que buscamos puntos de encuentron. Abraxo

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