miércoles, 25 de septiembre de 2019

La máquina del fango y las elecciones

Gran parte del  éxito de las elites del poder,  para no perderlo, está en la estratégica manera de impulsar, alimentar, desarrollar una voluntad de olvido, que significa, en muchos casos,  y entre otras cosas, promover su propio perdón y desde allí renovar sus promesas mentirosas de que nuestro futuro está en sus manos.

 Esa voluntad de olvido tiene, por supuesto, la eficaz plataforma de los medios de comunicación, como mecanismo de consolidación y al coyunturalismo periodístico y de opinión  como su mejor  fuente de reproducción.  Podría decir: todo sucede hoy y  con ese principio de comunicación la voluntad de olvido no tiene enemigo a la vista.

Como sucederá de forma inevitable, ya que estamos en época de elecciones, la voluntad de olvido reinará en medio de una verdad manipulada y  opacada por la mentira general de que elegimos para cambiar. Esa voluntad de olvido existe en matrimonio indisoluble con lo que es conocido como la máquina de fango que es algo parecido a lo que Francisco nombró como cizaña que no es otra cosa que hacer trizas al enemigo político untándolo con un poquito de mierda, no tanta, pero la suficiente para que quede en el aire la sospecha de que  huele mal.

Los medios y muchos de los políticos están jugando con esto porque eso favorece la voluntad de olvido. Si todo huele a mierda no hay problema, el único problema seria que yo sólo oliera  a mierda. Así que alistémonos a naufragar en esa piscina de la estupidez que son las elecciones,  de la mano de esa voluntad de olvido que nos impusieron y con una máquina de fango cargada  con el combustible de la des honestidad de los que participarán.

 Creánme:  eso es lo que ha derrotado la democracia. alimentar, desarrollar una voluntad de olvido, que significa, en muchos casos,  y entre otras cosas, promover su propio perdón y desde allí renovar sus promesas mentirosas de que nuestro futuro está en sus manos.
Esa voluntad de olvido tiene, por supuesto, la eficaz plataforma de los medios de comunicación, como mecanismo de consolidación, y al coyunturalismo periodístico y de opinión  como su mejor  fuente de reproducción.  Podría decir: todo sucede hoy y  con ese principio de comunicación la voluntad de olvido no tiene enemigo a la vista.

Como sucederá de forma inevitable, ya que estamos en época de elecciones, la voluntad de olvido reinará en medio de una verdad manipulada y  opacada por la mentira general de que elegimos para cambiar. Esa voluntad de olvido existe un matrimonio indisoluble con lo que es conocido como la máquina de fango,  que es algo parecido a lo que Francisco nombró como cizaña, que no es otra cosa que hacer trizas al enemigo político untándolo con un poquito de mierda, no tanta, pero la suficiente para que quede en el aire la sospecha de que  huele mal.

Los medios y muchos de los políticos están jugando con esto porque eso favorece la voluntad de olvido. Si todo huele a mierda no hay problema, el único problema seria que yo sólo oliera  a mierda. Así que alistémonos a naufragar en esa piscina de la estupidez que son las elecciones,  de la mano de esa voluntad de olvido que nos impusieron y con una máquina de fango cargada  con el combustible de la des honestidad de los que participarán.

 Creánme:  eso es lo que ha derrotado la democracia.

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